¡Pareja sorpresa! Begoña Vargas y Andrés Ceballos de Dvicio están juntos

Todavía muchos seguimos en una nube con el vídeo viral de Begoña Vargas y Óscar Casas al ritmo de La Rubia, de Omar Montes y La Nueva Escuela. La magia que desprendía ese baile era digno de estudio, pero su amor llegó a su fin en diciembre de 2021 y nos quedamos sin más coreografías de infarto. 

Durante este tiempo no hemos conocido ningún romance de la actriz, sin embargo ya no podemos decir lo mismo. Ha sido la boda de Willy Bárcenas y Loreto Sesma la que ha hecho que se confirme su noviazgo con Andrés Ceballos, de DVICIO.

Este sábado se celebraba la boda del cantante de Taburete junto a la poeta, aunque los papeles ya los habían firmado en un encuentro por lo civil de lo más íntimo. A todos nos ha pillado por sorpresa esta celebración, pero más aún la aparición estelar que hicieron los dos tortolitos cogidos de la mano.

Begoña Vargas y Andrés Ceballos en la boda de Willy Bárcenas y Loreto. / Getty / Jose Ramon Hernando/Europa Press

La protagonista de Bienvenidos a Edén y el artista se desplazaron hasta La Gaviota, en Aravaca, y allí nos dejaron con la boca abierta gritando su amor a los cuatro vientos, ¡menudo bombazo!. Cogidos de la mano y desprendiendo complicidad, así llegaban al recinto dispuestos a disfrutar de este día junto a otros rostros..

Sus primeras palabras

Ya lo decían Sonia y Selena, "cuando llega el calor, los chicos se enamoran´", y parece que no puede tener más razón la canción de Yo quiero bailar. Cada verano tiene su historia, sus romances y este no iba a ser menos.

Tras confirmar el romance, Begoña Vargas y Andrés Ceballos abandonaban la posterior fiesta y antes de disponerse a irse, hablaron con los medios sobre lo bien que se lo habían pasado. Bueno, lo hizo el artista, pues Begoña prefirió no responder ni dar declaraciones. El exintegrante de DVCIO desvelaba que en la boda había bailado "ella más que yo" y que se encontraban "muy felices"

Y no es para menos, pues la complicidad que ambos tienen ya se vio reflejada y, prueba de ello, es la risa que les entra cada vez que le hacen alguna pregunta sobre su relación.